En tu espalda

La familia era pequeña, solo formada por un matrimonio joven y su hijo de no más de cinco años. Los esposos pasaban gran parte del día peleando sin importarles hacerlo frente a su retoño, en muchas ocasiones, había sido el mismo niño quien terminaba por callarlos con sus llantos, pues se asustaba bastante de escuchar aquellos gritos tan feos.

Las peleas se estaban volviendo más frecuentes, sobre todo cuando su hijo se encontraba en la escuela, en una de esas ocasiones, el hombre, en un ataque de ira, lleno de un rabia incontrolable, mató a la esposa. Y antes de que el niño volviera se deshizo del cadáver de la mejor manera que pudo. No dejó rastros evidentes del crimen.
Al pequeño le dijo que su madre había tomado unas vacaciones, pero los días pasaban y notó una rara actitud en su hijo, parecía que no extrañaba a su madre, no preguntaba por ella, o su fecha de regreso. Entonces se dirigió a él:
-Hijo, ¿por qué no preguntas por tu mamá?- al ver la reacción de indiferencia del niño, insistía: -La mayoría de los chicos de tu edad desean que su madre este con ellos, y tú no has querido saber cuando volverá, ¿a caso no la necesitas?, ¿no la extrañas?-. El niño se queda pensativo un momento y responde: -No papá, no la extraño- algo asombrado el hombre no quita el dedo del renglón: -Si quieres saber algo, ten confianza y pregunta, responderé todas tus dudas- el pequeño levanta la cabeza, dirige la mirada directo a los ojos de su padre y le dice: -Yo estoy bien papá. Solo tengo curiosidad por saber ¿porque mamá esta siempre trepada en tu espalda?-...